viernes, 6 de diciembre de 2013

Sin Título

Se iniciaba el principio del fin.

Ninguno de los dos quería verlo. 

Ninguno de los dos quería que pasase. 

Pero ninguno de los dos haría nada por detenerlo. 

Y es que aún no sabían cual era el siguiente paso. 

Habían llegado a una página en blanco.

Habían alcanzado al futuro. 

Ahora, tendrían que improvisar.


viernes, 22 de noviembre de 2013

Sin peones para volver

Vio caer al alfil. Llevaba un rato rondándola. Había estado cerca esta vez. Giró la cabeza y analizó el tablero. Aun había demasiados adversarios y sería difícil acabar con todos. Miró de reojo hacia atrás. El rey seguía en su puesto, altivo, seguro, controlando el tablero, supervisando que todos se moviesen como el quería.

Ella estaba allí para protegerlo, pero no estaba recibiendo mucha ayuda y no iba a poder seguir paseándose como si todo estuviese bajo control. En algún momento bajaría la guardia y acabarían con ella. Además sabía que,  si llegaba el momento, él la sacrifica para salvarse de nuevo. Siempre había sido así. A pesar de todo no iba a rendirse, ella no se merecía morir, había luchado por su rey en demasiadas ocasiones.

Tenía miedo de su reacción pero no podía dominarlo, al fin al cabo era el rey. Si él decidía prescindir de ella, el juego acabaría para los dos. Ya no había peones para volver.

El caballo hizo su movimiento y valoró sus opciones.

lunes, 4 de noviembre de 2013

El borde de la páginas

Ella estaba sentada en el lado derecho de la mesa. Se sentaba ahí porque era donde daba el sol por la tarde. Le gustaba el sol. Tomaba un té verde sin azúcar pero con mucho hielo. Hacía calor. Él fumaba mientras leía un libro.

Una gota fría resbaló por el vaso del té hasta sus dedos. Fue una sensación muy débil pero le hizo darse cuenta de que llevaba un buen rato mirando al horizonte. Levantó la mano de la mesa y se frotó los dedos extendiendo la gota de agua por sus yemas. El sol la cegó e hizo que apartase la cara de su trayectoria y entonces reparó en él.

Él seguía leyendo, pero había terminado el último cigarrillo y ahora con su mano jugueteaba con el borde de la página. Ella se fijó en ese gesto y sonrió, lo hacía muy a menudo cuando leía. Recorrió con la mirada su brazo hasta los hombros y luego hasta la cara. Se detuvo. Mientras lo miraba recordó cuanto le amaba. Le había amado desde el primer día que le vió. Empezó a pensar en la primera vez que hicieron el amor. Dulce e intenso a la vez. Se le erizaba el bello al pensar en sus manos entre sus muslos. Recordó sus largas conversaciones desnudos sobre la cama y entonces se dió cuenta. Sintió como el cristal se quebraba dentro de su pecho. Sintió una punzada terrible y profunda; y aunque lo intentó, no pudo retener las lágrimas que salían de sus ojos. Lloró en silencio, como las damas.

Bebió un trago del té y mientras se secaba los labios con la servilleta, aprovechó para secarse las lágrimas que empezaban a asomar al borde de sus gafas de sol. Cuando terminó, dobló la servilleta y la colocó debajo del plato, como solía hacer. Se levantó y, mientras se dirigía a la casa, le dijo:

- Te quiero. Hemos terminado. Ya sabes porqué.

Él dejo de jugar con la página del libro y lo cerró. Levanto la cabeza y asintió, aunque estaba seguro de que ella ya no miraba.

Y así, como el silencio que los había consumido, ella se marchó.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Twin Peaks

Yo crecido ante la apuesta que ofrecí, 
sentado en la cornisa de un balcón, 
brindando en las terrazas de Madrid. 
Si, soy soldado de una idea y defensor 
de todo aquello en que me convertí, 
benditos los principios. 

Y la estela del viaje nos dejó 
junto a una sonrisa en el cielo, 
y la lluvia del verano me encontró 
sintiendo tu pelo en mis manos. 

Y yo soñaba con poderlo retener, 
grabarlo en mi retina para ver 
lo simple que pensaba en tu sabor 
y algo más, dormirme en tu camisa 
recorrer las vidas que podiamos tener, 
la vida que es ahora. 

Y fui buscándote en la misma dirección, 
busqué entre las calles tu nombre, 
vi aquella camarera de Twins Peaks, 
te encuentro y se van los problemas. 

Hoy recojo los pedazos para ti, 
me siento y te escribo en un papel, 
las puertas hoy se abrieron para siempbre, 
sin querer las cosas que no quiero quedarán 
guardadas en el fondo del desván, 
que esconde mil dolores. 

Tú, rompiendo las cadenas con tu voz, 
cantándome a la cara una canción, 
diciendo que esto será para largo, 
y caer rendido ante tu cama al descubrir 
los sitios donde me quiero quedar, 
los sitios que son tuyos, 
las esquinas de la luna. 

Y hoy el cielo se abrirá y nos prometió 
que todo lo que hicimos hasta aquí 
tenía que pasar y lo comprendo, 
para ser los amos de una nueva situación, 
partículas de polvo de una estrella enana 
que se enciende entre tu pelo. 

Y yo soñaba con poderlo retener, 
será un largo recorrido sin igual. 
Soñaba con poderlo retener, 
un largo recorrido sin igual, 
dormirme en tu camisa y recorrer 
un largo recorrido sin igual, 
bailando en las cornisas con champán. 



miércoles, 30 de octubre de 2013

Noviembre



Recuerdo que bajé las escaleras despacio, llovía mucho y no quería resbalarme. Mi mano casi no llegaba al final de la barandilla así que pensé que igual era mejor agarrame a los barrotes. Las campanas de la catedral empezaron a sonar. Levanté la cabeza y la vi surgiendo en medio de la ciudad. "Las 2" pensé.  Seguí bajando poco a poco las escaleras que me quedaban, tengo las piernas pequeñas y me cuesta demasiado bajar por estas enormes piedras mojadas.

Empezé a recorrer las calles intentando reconocer algún lugar que me sirviera de guía, pero era de noche y todo me parecía extraño y lúgubre. Hacía frío. La verdad, es que cuando vi la puerta abierta y decidí salir ni siquiera había pensado en eso. Tengo cinco años, supongo que puede perdonarseme el descuido.

Creí sentir que alguien estaba detrás mía, pero cuando me giré solo sentí el viento en la cara. Estaba lloviendo de nuevo, cada vez mas fuerte. Mis pies descalzos empezaban a resentirse y a ponerse de color azul.

Giré una esquina y la ví. No brillaba tanto como la recordaba, supongo que sin las luces encendidas una tienda de golosinas pierde bastante intensidad. Me acerqué al cristal y pegué la cara. Oí un ruido a mi espalda, pensé que sería el viento, pero el ruido me hablaba, así que me di la vuelta. Delante mía un vagabundo barbudo y sucio me miraba e intentaba decirme algo. Yo no le entendía. Igual era otro idoma o simplemente el contenido del cartón de vino que llevaba en al mano derecha.

- Que hacer aquí, pequeño? No es hora de estar en calle un niño.

Se me había dicho que no hablase con desconocidos así que rehusé contestar. El vagabundo insistió.

- Do you speak english? Are you lost?

Yo seguía mirándolo callado, creía que si lo ignoraba lo suficiente, se iría. El hombre balbuceo alguna cosa ininteligible y desapareció entre la niebla de noviembre. Volví a girarme hacia la tienda. No entendía porque no había nadie allí, yo solo quería unas "chuches". Cuando habíamos estado allí por la tarde la chica y mamá me habían prometido que la próxima vez que volviese me darían una bolsa. Bueno pues allí estaba, había vuelto y quería mis "chuches". Esperé durante un rato y decidí tocar en la puerta. Como imagináis, nadie respondió. Empezé a sentirme cansado y con demasiado frío. Había dejado de llover pero realmente daba igual, todo estaba extremadamente mojado.

Debieron pasar veinte minutos, aunque a mi me parecieran horas, cuando decidí acurrucarme en el escalón de la puerta de la tienda y cerrar los ojos. Escuchaba algún coche lejano, pequeños animales moviéndose pero sobre todo el viento. Una gotera empezó a caer en algún lugar. Debí quedarme dormido pero no recuerdo en que momento. Una lástima, la verdad me hubiese gustado saber que fué lo ultimo que oí o que pensé. Quizás fué el sonido de un gato cruzando la calle o las campanadas de las cinco, nunca lo sabré.

martes, 22 de octubre de 2013

Inconsolable...

"Durante mucho tiempo mi desconsuelo fue total. Inconsolable... Así estaba yo, cariño. Anota esa palabra en tu pequeña libreta. Puedo decir por experiencia que es la palabra más triste de todo el diccionario. Bien, pero al final pude superarlo. El tiempo es un caballero, dijo un sabio. O alguna mujer vieja y cansada, quién sabe."


Raymond Carver. Tres rosas amarillas

sábado, 19 de octubre de 2013

El gato chino

Estuvo un buen rato mirándolo. Le tocaba el bracito y veía como se movía, hacia delante y hacia atrás. Hizo esto varias veces hasta que agarró con fuerza al pequeño gato del brazo y consiguió que frenase en seco su movimiento. Lo miró durante unos segundos y comenzó a hablarle.

- ¿No puedes parar verdad? ¿No puedes dejar de hacerlo? Hacia delante y hacia atrás, una y otra vez. Nunca te cansas, claro, te han creado para esto. ¿Sabes qué, gato estúpido? Creo que deberías dejar de hacerlo, porque realmente ya no me diviertes, nunca lo has hecho, prometías ser mas interesante y fabuloso de lo que en realidad eres...

Le soltó la pata al gato, se levantó y lo dejó sobre la mesa. Se encaminó hacia la puerta de la habitación. De pronto, a su espalda alguien empezó a hablar.

- Es curioso que digas que yo soy estúpido...

Él se dió la vuelta sorprendido buscando el origen de esa voz. Sabía que no había nadie allí, pero él había oído una voz.

- No se que estás buscando, soy yo el que te habla. El gato estúpido...

No podía creerselo pero la voz salía del pequeño gato dorado, fué hasta él y lo revisó, nada extraño. Volvió a dejarlo en la mesa y antes de que pudiera darse la vuelta, el gato prosiguió:

- Me parece bien que hayas llegado a esa conclusión. Pero no me gusta que me insulten ¿Crees que soy estúpido por hacer siempre lo mismo?  A mi me han creado para esto y esto es lo que hago, y lo hago lo mejor que puedo. A veces más rapido, a veces mas lento, pero siempre sonriendo, eso me han enseñado. Estoy aquí con el pecho erguido día y noche moviendo mi brazo para que tu seas feliz. Te parecía especial, me compraste por eso ¿recuerdas? Había mil cosas mas allí y tenías mil cosas mas en tu habitación y aún así me compraste. Sabías lo que era y lo que hacía, pero también sabías que te haría feliz, que te hago feliz. ¿Y tu me llamas estúpido?

domingo, 22 de septiembre de 2013

La entrevista

El chico entró en la sala aparentemente nervioso. Se sentó en la silla situada enfrente de la entrevistadora y la miró impaciente. Ella tranquila y algo seria comenzó a hablar:

- Buenos días.
- Buenos días.
- ¿Sabe usted para que está aquí? ¿Cúal es el puesto que se ofrece?
- Sí, lo sé. Están buscando alguien que...
- No, no me lo cuente. Yo ya sé cual es el puesto.

El chico visiblemente afectado por el trato que ella le daba siguió mirandola en silencio.

- Sólo se lo pregunto por si ha entendido cual sería su cometido y si acepta los términos del contrato. Sea usted consciente de que si es el candidato elegido y descubrimos que ha mentido en el test inicial, quedará rescindido su contrato. Entienda usted que este no es un puesto cualquiera y no podemos permitirnos impostores, ¿Lo comprende verdad?
- Sí, lo comprendo.
- Bien, comencemos la entrevista entonces.

La chica abrió una carpeta y sacó un papel con varias preguntas escritas.

- ¿Otro test? -preguntó él contrariado.

Ella lo miró y sin decir nada comenzó con las preguntas.

- Dígame su nombre y fecha de nacimiento.
- Me llamo Álvaro Fernández Castro y nací el 27 de Abril del 81.
- 34 años ¿Es correcto?
- Sí, 34.
- ¿En que trabaja?
- Soy diseñador web.
- ¿Le gusta el queso?
- ¿Perdone?
- ¿Que sí le gusta el queso?
- No creo que eso tenga relevancia...
- Usted no está aquí para determinar que es reelevante o no para el puesto. Le repetiré la pregunta. ¿Le gusta o no el queso?
- Sí, me gusta el queso.
- Hum...interesante. Siguiente pregunta: ¿Qué opina de los parques de atracciones?
- ¿Cómo dice?
- Los parques de atracciones le parecen a usted, ¿una forma interesantante de divertirse o por el contrario los aborrece?
- Pues nunca me lo había planteado, no he ido a ninguno, pero supongo que me gustan. De niño solía montarme en el "Saltamontes" en las fiestas del barrio.
- Bueno, supongo que podríamos tomárnoslo como un sí.

El chico está sudando mucho y se le ha resecado la boca con los nervios. Ella amablemente le ofrece un vaso de agua. Él bebe de un trago el líquido transparente. Antes de que termine de posar el vaso ella hace la siguiente pregunta.

- ¿Donde se ha fabricado ese vaso?
- ¿Qué? ¿El vaso? No sé... no entiendo que tiene que ver esto para la entrevista, no me parece serio...

Ella lo interrumpe

- Bulgaria, la respuesta era Bulgaria. Lo siento, no es el candidato que buscábamos.
- ¿Por qué? ¿Por qué no he sabido donde se hacen unos vasos?
- Exactamente, nada de lo anterior importaba. Sólo debía usted responder a esta sencilla pregunta y hubiera sido el candidato elegido. Hubiera compartido mi vida con usted.
- ¿Está usted loca? ¿Me está diciendo que toda su entrevista gira entorno al lugar de fabricación de unos vasos? Eso no tiene ningún sentido.
- No tiene que ver con "el donde" si no con si usted lo sabía o no.
- Pero como cojones iba a saber nadie semejante tontería.
- Sólo tenía usted que mirar el fondo del vaso mientras bebía. Sólo debía fijarse en lo que nadie más se fijaría y...

Él la interrumpe claramente enfadado:

- ¿Pero quien mierda hace eso? ¿Quien se fija en el fondo de los vasos?
- Yo lo hago, él lo hacía, si usted no puede hacerlo, entonces no es el candidato elegido. Buenos días.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Del tiempo y el espacio

La vio marcharse, despacio, sin hacer el más mínimo ruido. La vio marcharse, y mientras la miraba caminar, se dio cuenta de que no era ella. De que nunca había sido ella. De que las ganas de abrazarla nunca habían sido las suficientes. De que nunca habría cruzado el espacio para regalarle una estrella.

La vio marcharse, y supo que no se había equivocado. Quizás había tardado demasiado, quizás no se había dado cuenta a tiempo. Pero sabía que la decisión correcta había sido tomada.

viernes, 13 de septiembre de 2013

El chico que solo pretendía ser rey

Y entonces aulló, aulló todo lo fuerte y alto que pudo. Lo hizo, intentado atravesar todos los km que los separaban. Lo hizo, para que él supiera que lo haria rey y que le daría un cetro y  una corona a juego con su disfraz de lobo. Lo hizo para que supiera que le echaba de menos. Aulló todo lo que pudo, hasta que se quedó dormida...

jueves, 12 de septiembre de 2013

Menudo. Tres rosas amarillas. Raymond Carver




Ahora que lo pienso, nunca he recibido una carta suya. Tanto tiempo de amantes secretos -seis, ocho meses- y aún no he visto ni un solo trazo de su escritura. Ni siquiera se si es una persona instruida en tal sentido.

Creo que lo es. Sí, seguro. Habla de libros, ¿no? Aunque no importa. Bueno, no mucho. La amo de todas formas, ¿no?

lunes, 9 de septiembre de 2013

Caminando en círculos

- Es curioso las veces que puedes casi coincidir con una misma persona a lo largo de tu vida... Es como si caminarais en círculos hasta encontraros en un punto. ¿Y por qué en ese punto concreto? ¿Por qué no hace diez años? ¿Por qué no tres días después? ¿Es el momento adecuado? o ¿Es el peor? Quizás es el único en el que podía ocurrir. No sé... he pensado mucho en esto últimamente ¿sabes?

- Ya, como si yo no...


lunes, 2 de septiembre de 2013

Muradás

Respiró profunda y lentamente antes de cerrar la ventana y marcharse. Siempre le ocurría lo mismo, y aun así, cada verano llegaba un poco más tarde. Entonces se tomaba ese primer café con prisas y se arrepentía de no pasar mas tiempo allí.

viernes, 30 de agosto de 2013

martes, 27 de agosto de 2013

Los contadores de historias...

Corrieron por Madrid detrás de algún escondite solo para los dos. Decidieron sin quererlo que aquel era un buen sitio, la ciudad no estaba colaborando como debía y ellos se sentían ansiosos de buenas conversaciones. Se sentaron en la piedra fría y él comenzó una historia. Siempre contaba historias fascinantes, o eso le parecía a ella. Le gustaba mirarlo y escuchar. A veces, habría jurado que se las inventaba, pero sabía que no podía mentirle.

Él terminó su último cuento y ella comenzó su réplica. No intentaba impresionarlo, ni contar una historia mejor, sòlo quería aportar sus vivencias al imaginario común. Era lo que tenían, sus palabras.

Un día, no hacía mucho, habían comenzado a hablar y nunca habían encontrado la forma de parar. Supongo, que no tenían límite. Supongo, que eran contadores de historias y habían encontrado alguien que los escuchaba.

Él ya había comenzado una nueva historia cuando ella lo sintió. Era pronto para decírselo, así que, guardó silencio y sonrió. Pero fue aquella noche, la primera vez que supo que le quería.



El tiempo del té

Y escuchó todo lo que él tenía que decir,
y sintió que la culpaba de todo,
decidió entonces no volver a ir,
decidió entonces alejarse del todo.

jueves, 25 de julio de 2013

Los desconocidos

Hasta que abrió la puerta del coche para bajarse no se sintió nervioso. Había imaginado ese momento cientos de veces en su cabeza y creía que lo tenía todo bajo control. Cerró el coche y cruzó la carretera. Caminaba escondiéndose bajo sus Rayban para observar quien lo esperaba sentado en la terraza. Ella no estaba. No sabía si eso le calmaba o no. Si no era hoy, sería otro día, pero sabía que ese encuentro sucedería.

Algunos de los chicos comenzaron a saludarlo desde sus mesas, el sonrió y les devolvió el saludo. Empezó a chapurrear algunas cosas en gallego y a alegrarse de estar allí de nuevo. Siempre se sentía bien en aquel lugar, era como estar en casa.

Se paró justo antes de entrar para darle la mano a uno de los muchachos y fué entonces cuando escuchó su risa saliendo por la puerta. Instintivamente levantó la cabeza para mirar. Ella salía hablando con alguna de sus amigas y riéndose de alguna estupidez. Mientras giraba la cabeza después de su último comentario sus miradas coincidieron. Sólo fue un instante. El levantó la cabeza a modo de saludo, ella esbozó un sonrisa y bajó la mirada.

Habian vuelto a ser "la chica snob del pueblo" y "el pijo de ciudad". Habían vuelto a ser unos desconocidos.




lunes, 8 de julio de 2013

Es que...


Hoy sin querer recordé el sonido de tu voz. Esa que pones cuando te emocionas contando una historia, (no se por qué,  pero imagino que sería alguna batallita del rey de las mentiras). Hablas rápido, utilizas cosas como "zas"  y repites palabras para marcar el énfasis en las partes importantes. La verdad es que me hizo reir.

Luego recordé esa otra, cuando haces una especie de puchero y dices "es que..." dios que ganas de besarte y abrazarte para siempre...


Me gusta también la voz de cantante alcohólico que pones cuando contestas al móvil, bajito por si alguien te escucha, y dices un "ey pequeña"...lo echo de menos...


Recuerdo tu "ñaaaaa", cuando yo me hacía la remolona con algo o te contaba algo que no te gustaba. 


Recuerdo cuando me pedias tus besos al final de cada llamada, ese: "bueno venga dame mis besos", que tanta gracia me hacía. 


Recuerdo también tu forma de reir como si fueras un señor, no puedo explicarlo, solo lo recuerdo. 


Creo que si hiciera memoria podría incluso recordar cada una de nuestras conversaciones, y joder!!! Tuvimos muchísimas...


Pero hay algo que no puedo recordar...no puedo recordar nuestro último beso, no se ni siquiera si tuvimos un último beso...si llegamos a despedirnos de alguna manera...eso no puedo recordarlo y me duele.









jueves, 4 de julio de 2013

El demonio y el loco

Estando el loco sentado en la orilla de un río, se le apareció el demonio.

- Hola - dijo el demonio
- Hola - dijo el loco
- ¿Qué haces? He estado observándote largo tiempo y me ha entrado la curiosidad - preguntó el demonio.

El  loco le miró y le ofreció asiento a su lado. El demonio se sintió un poco consternado ante su silencio, pero estaba demasiado intrigado y se sentó.

Hacia ya unas semanas que el loco había llegado allí. Había estado vagando por otros mundos y este le pareció una buen lugar donde estar. Pasaba observando su alrededor la mayor parte del tiempo. Se sentaba en cualquier rincón y disfrutaba de lo que ocurría.

Un día el demonio, que siempre estaba ocupado tramando planes, se cruzó con él. La primera vez, solo le pareció un humano más, otro alguien a quien poder embaucar llegado el momento. Pero algo debió llamar su atención, por que todos los días pasaba a ver que estaba haciendo el loco. Un día cuando su curiosidad le venció, y muy pocas cosas podían con él, se acercó para hablarle.

- Hola - dijo el demonio
- Hola - dijo el loco
- ¿Qué haces? He estado observándote largo tiempo y me ha entrado la curiosidad - preguntó el demonio.

El  loco le miró y le ofreció asiento a su lado. El demonio se sintió un poco consternado ante su silencio, pero estaba demasiado intrigado y se sentó.

El demonio se impacientaba, él no tenia noción del tiempo pues era eterno, pero tenía cosas que hacer. Tenía planes que cumplir y quedarse allí contemplando la nada, no le estaba permitiendo hacerlo. Esperó lo que a el le pareció un decenio y volvió a preguntar mientras se levantaba.

- Dime loco, ¿por qué estás aquí? ¿Por qué solo te sientas en silencio en este rellano del río? Yo tengo que irme, tengo cosas que hacer, pero quiero saber porque lo haces. Me intriga demasiado.

El loco sin mirarlo dijo:

- Solo estoy disfrutando la vida -  y miró al demonio - has estado sentado conmigo mucho tiempo, pero no has visto nada de lo que he visto yo. Solo has estado pensando en que es lo que tenias que hacer después y te has olvidado de disfrutar lo que estabas haciendo ahora.

El demonio no supo que decir, realmente no había prestado la mas mínima atención a lo que había pasado a su alrededor. Había estado allí cierto, pero supongo que no había sentido lo que sentía el loco con todo aquello.

El loco le ofreció sentarse de nuevo. El demonio dudó, no podía perder más tiempo. El loco le miró a los ojos y sonrió.


- No puedes quedarte, lo sé. Aún no estás preparado, aún no puedes ver lo que yo puedo ver. Vete. Estaré aquí cuando vuelvas, si es que algún día decides volver.

El demonio se fué con cierta sensación de inquietud, pero era cierto, no podía quedarse.

viernes, 28 de junio de 2013

La princesa sin reino...

Entró en la sala del trono y rompió a llorar. Todo había sido destruido. Su reino, su castillo, su nombre... se lo habían arrebatado todo. Ahora solo era una princesa sin reino. Se acercó a la ventana para mirar la luna, tenía el mismo aspecto que aquella noche...

En el momento en el que el usurpador entró en el castillo, ella gritó su nombre. Lo gritó hasta quedarse sin fuerzas, pero el guardián no acudió a su llamada esta vez. Sabía lo que tenía que hacer, cual era el protocolo. Abrió la puerta secreta y comenzó a escabullirse por el pasadizo. Mientras huía, pensaba que él podría haber sido capturado o que podría haber muerto y que ella lo estaba abandonando. Sabía que era la única forma de salvarse, así que siguió adelante. Se pasó días o incluso semanas pensando en él,  en las desgracias estaría sufriendo, sin saber sí estaría vivo o muerto. ¿Y si estaba vivo? ¿pensaría en ella o habría intentado buscarla?

Un día mientras caminaba de incógnito por el reino le vió entre la muchedumbre. Se le iluminó la cara-¡Estaba vivo!- pensó. Intento abrirse paso entre la gente, era difícil, había demasiada. Por fin llegó lo suficientemente cerca para gritar su nombre, pero cuando se disponía a hacerlo no pudo. No pudo, porque lo que vio la dejó sin voz. Él estaba sirviendo a otra noble, ni siquiera era la hija del usurpador.  Se mareó y tuvo que sentarse. Entonces supo porque no acudió a su llamada. Ya tenía otra persona a la que proteger. Se sintió traicionada y por supuesto la persona mas estúpida del reino. La había estado engañando en su propia cara y ella nunca lo había visto venir.

Después de aquello, decidió desterrarse definitivamente y no volver jamás a aquellas tierras. Habían pasado muchos años desde aquel día y por fin se había sentido con fuerzas de volver y recuperar el trono. Pero cuando llegó al reino, ya no había nada que recuperar. Todo había sido destruido... Su reino, su castillo, su nombre....





lunes, 24 de junio de 2013

Una guerra más

Levantó la cabeza mientras se sacudía el pelo para deshacerse de las últimas gotas de agua. Abrió los ojos y vió su imagen desnuda en el espejo. Empezó por las piernas, le siguió el torso, los brazos y por último la cara. Reflexionó una vez más sobre la idea de parar, tenía un cuerpo demasiado pequeño y quizás ya eran demasiadas. Sólo ella sabía de su existencia, era parte del trato. Cargaría con ellas, pero nadie podría verlas. Pero como siempre pasa con la magia el trato no era perfecto. Sólo durante el pequeño espacio de tiempo en el que el vaho de la ducha termina de evaporarse eran visibles al mundo. Por eso nunca se duchaba con nadie, no queria que viesen el precio que hay que pagar por resugir.

Era muy pequeña cuando empezó, pero sabe exactamente que cicatriz corresponde a cada momento. Y por supuesto, sabe con cúal se inició todo. El "hechizo", como a ella le gustaba llamarlo, era muy simple: ella podría recuperarse de cualquier situación, podría reconstruirse como una ciudad después de una guerra, podría incluso evitar la muerte, pero cada uno de estos episodios dejaría una marca en su cuerpo. Al principio, eran como pequeños cortes, pero cada vez se hacian mas grandes y dolían más. No sabía cuantas mas podría soportar.

El vaho empezó a desaparecer. Se tocó la zona del pecho donde había aparecido la última y sintió como se desvanecía. Una guerra más, una cicatriz más. Supongo que ya había empezado la reconstrucción.

jueves, 20 de junio de 2013

Le habían honrado como se merecía...

Se enteró de que Tony había muerto y quiso poner algo bonito sobre fundidos a negro y créditos finales. Estuvo dándole  vueltas un rato, pero estaba tan consternada que solo alcanzó a poner un texto trivial para mostrar su estado de ánimo. 

Sentía que no le estaba dando el homenaje que se merecía, pero como siempre, no había podido esperar. Entonces algo llamó su atención, vio la publicación que ella hubiese querido escribir. Reconoció el nombre del autor, era un viejo conocido. Alguien con el que en otro tiempo hubiera comentado esta noticia. Entonces  sonrió, le habían honrado como se merecía.

martes, 18 de junio de 2013

A la calle Calle Santa Teresa, 14...

Cerró la puerta de aquel taxi con la certeza de que estaba cometiendo un error. Mientras volaban entre calles que no conocía, pensó en la verdadera razón de lo que estaba haciendo. Pegó su cara al cristal para refrescarse, hacía demasiado calor aquella noche. Sonrió pensando que quizás alguien habían abierto las puertas del infierno solo para ella. Supo que se estaba acercando a su destino y supo también que solo quería confirmar lo que ya sabía. El coche se detuvo y se dió cuenta de que ya no había vuelta atrás. Se había subido a aquel taxi de la mano de la esperanza y se bajaría para afrontar la realidad.

martes, 28 de mayo de 2013

Y sigo adelante...

Cada vez que te echo de menos pienso que en algún momento dejaré de hacerlo y sigo adelante.
Cada vez que veo algo que me recuerda a ti pienso que en algún momento dejaré de hacerlo y sigo adelante.
Cada vez que quiero contarte algo pienso que en algún momento dejaré de hacerlo y sigo adelante.
Pero cada vez que me doy cuenta de que ese momento no llega, me hundo.

lunes, 27 de mayo de 2013

Interminable


Cuanto más profundamente se adentraban en el Pantano de la Tristeza, tanto más torpes se hacían sus movimientos.



- Ártax -dijo Atreyu -: ¿q te pasa?

- No lo sé, señor -respondió el animal-, creo q deberíamos volver. No tiene ningún sentido. Corremos tras algo q sólo has soñado. Pero no lo encontraremos. Quizá sea de todas formas demasiado tarde. Quizá haya muerto ya la Emperatriz Infantil y todo lo q hacemos sea absurdo. Vamos a volver señor.

- Nunca me has hablado así, Ártax -dijo asombrado Atreyu-. ¿Q te pasa? ¿Estás enfermo?

- Es posible -contestó Ártax-. A cada paso q damos, la tristeza de mi corazón aumenta. Ya no tengo esperanzas, señor. Y me siento cansado, tan cansado... Creo q no puedo más.

- ¡Pero tenemos q seguir! -exclamó Atreyu- ¡Vamos, Ártax!

Le tiró de las riendas, pero Ártax se quedó inmóvil. Se había hundido ya hasta el vientre. Y no hacía nada por librarse.


- ¡Ártax! -gritó Atreyu-. ¡No puedes abandonar ahora! ¡Vamos! ¡Sal de ahí o te hundirás!

- ¡Déjame señor! - respondio el caballito-. No puedo soportar más esta tristeza. Voy a morir.



miércoles, 22 de mayo de 2013

Bajo el agua

Se sentó en la ducha mientras sentía las gotas chocar contra su cuerpo desnudo. Nunca les había dado demasiada importancia, pero alguien la había convencido de que empezara a apreciarlas. Alguien,  que ya nunca las compartiría con ella.

No se había dado cuenta hasta ahora pero llevaba un rato llorando. No le gustaba llorar bajo el agua porque no sentía la misma sensación de alivio. Es como un llanto ahogado, como si intentases gritar y te quedases sin voz, es como llorar sin lágrimas. Por eso, no le gustaba llorar bajo el agua.

Ultimamente cada vez que entraba en modo llanto, y era muy a menudo, no podía parar. Intentaba mantenerse ocupada, pero como había escuchado en una canción, "cuanto mas tratas de olvidarlo con mas fuerza lo recuerdas". Así que solo podía dejarse llevar, descargar todo lo que llevaba en su interior e intentar seguir con su vida.




domingo, 19 de mayo de 2013

Rolling in the deep

La canción terminó, solo hubo un par de segundos de silencio e inmediatamente continuaron la conversación como si nunca la hubieran dejado. Llevaban varias horas contandose su vida, sus sueños, sus aspiraciones...intentando resumir años perdidos. Llevaban varias horas y le seguiría muchas más.

Era una noche como otra cualquiera en un lugar remoto y frío. Sus amigos se acercaban de vez en cuando a quejarse de su total aislamiento. Ellos intentaron acercarse y charlar en varias ocasiones, pero volvían de nuevo a lo que parecía ser la posición natural. Supongo que esa noche no los necesitaban.

Pasaron todas las horas que una noche puede contener, la música terminó y seguir allí no tenía sentido ahora...Ella propuso algo que le pareció divertido, él aceptó. Se adentraron en aquel bosque oscuro con un objetivo fijo, parecian exploradores buscando algún tesoro perdido. Ella tenía miedo a la oscuridad pero lo había olvidado. Él nunca parecía tener miedo a nada pero no creo que fuera verdad. Llegaron a su destino pero no encontraron nada, así que decidieron volver. Solo que igual si que encontraron un tesoro, solo que igual estaba maldito.

Siguieron vagando por caminos por los que no pasaba el tiempo, separarse no era una opción y mientras hubiese cosas de las que hablar, nada importaba. Llegaron al que llamarían "el escondrijo" casi por casualidad. Se sentaron a ver empezar un nuevo día, a terminar las ultimas conversaciones, a pactar caminos que nunca harían, a iniciar una historia sin final...Se sentaron a ver empezar un nuevo día y se quedaron allí para siempre.




miércoles, 15 de mayo de 2013

The killer inside me

Lo siento, siento cuando va a producirse. Esa ira que me comprime el pecho. Esa sensación de quemazón que me sube por la garganta y que no cesa hasta que estalla en un grito.

Hay días, a veces incluso semanas, en las que consigo controlar mi ira. Semanas en las que podemos mantener un conversación normal durante algunos minutos. Sé que solo es una forma cruel de castigo.  Supongo que a alguien tengo que culpar de que este no haya sido el año que esperaba tener, y siempre es más fácil no culparse a uno mismo.

Sé que no está bien, sé que es irreal, sé que no  tengo razones para que el sonido de su voz me produzca tanta rabia. Pero no puedo evitarlo y sucede una y otra vez. Son minutos de gritos, de malas caras y de palabras necias. Y aunque yo me arrepienta, el mal está hecho. Otra escama de su coraza se ha desprendido después de mi último ataque incontrolable. Otra escama, que se ha adherido a la mía.


lunes, 13 de mayo de 2013

Girasoles para recordar

Me gusta guardar cosas, apilar recuerdos en viejas libretas. Al principio no sabía el por qué, pero era bastante obvio. La gente olvida fácilmente y no les preocupa. Yo nunca olvido nada, pero nadie me asegura que no pueda pasar, que llegado el momento mis recuerdos desaparezcan. Hoy, puede ser el lugar donde guardé algo, mañana quizás, el nombre de mi madre...por eso intento guardalos todos, por si algún día tengo que ayudarme a recordarlos.


jueves, 2 de mayo de 2013

Demasiado grano

Vació el último líquido antes de abrir el grifo. Era una sensación extraña. Cuando revelaba siempre sentía ese miedo a que no saliese nada, pero esta vez no estaba segura de si quería que fuera así.

Había estado postergando el momento de hacer frente a aquellos negativos un tiempo, pero ya no tenía sentido. Así que nerviosa como si fuera la primera vez y sin dejar pasar el tiempo de protocolo, la abrió.  Desenroscó aquella maraña de película y la puso a la luz.

Allí estaban. No sabía si le hubiese producido más angustia que no hubiera salido nada o el hecho de que estaban allí. Las examinó una a una, aunque en realidad no las estaba viendo. Él había dicho que no saldría ninguna y ella quiso creerle. Nunca salían las cosas como planeaban. Y ahora, aquellas fotos estaban allí para torturarla.




sábado, 27 de abril de 2013

Ruinas de otro tiempo


Empezaba a amanecer. Ella hablaba sin parar, como siempre. Él sólo la escuchaba y veía como se movía y gesticulaba. Era como si esperase su turno.

La luz del sol empezó a hacer su aparición colándose por aquellas ruinas de otro tiempo. Ella se había levantado para contar alguna historieta y la luz empezaba a iluminarla. Estaba preciosa, aunque su maquillaje denotaba que llevaban toda la noche recorriendo la ciudad.

Él no supo en que momento pasó pero se había levantado y caminaban de la mano. No era el estilo de ninguno y la verdad no estaba seguro de quien lo había iniciado, pero se sentía bien. Era consciente de que podía ser la última noche que estuvieran juntos y no se iba a preocupar por eso, haría lo que le apeteciese hacer.

De pronto se dió cuenta de que ella se había parado y miraba el amanecer, temblaba. "Tengo frío" susurró. No estaba seguro de que temblase solo por el frío, pero la verdad es que aunque aun era verano hacía demasiado. Él no tenía  nada que ofrecerle, así que la abrazó. Ella hundió la cabeza en su pecho y ronroneo como un gatito, le gustaba sentirse protegida.

El sol siguió apareciendo en horizonte mientras se abrazaban. Ella se separó para decir cualquier cosa, los silencios no eran lo suyo. Y él decidió que era el momento de besarla. La miró a los ojos durante unos instantes. Ella se dió cuenta y se calló. Puso entonces esa expresión que a él tanto le gustaba. Como la de un gatito asustado y emocionado a la vez. La besó, y aunque no fué el último beso, fué de los mejores.

viernes, 19 de abril de 2013

La cena tendrá que esperar

Entró por la puerta mientras se recogía el pelo mojado. Había estado nadando en el río, era uno de esos extraños días de verano en los que el agua está solo un poco fría y puedes hacerlo. El bañador no se le había secado del todo y aún mojaba su vestido blanco. Se sacó las alpargatas - bueno, realmente las lanzó por los aires mientras canturreaba una canción, no sabía donde habían caído y sabía que fuera donde fuera, se ganaría una cara de desaprobación-.

Era hora de cenar así que cogió el delantal y empezó a moverse por la cocina de forma desordenada, cogiendo cosas de aquí y de allá. Era como le gustaba cocinar. Puso la lista de reproducción a todo volumen y empezó a gritar canciones...ya está, se había olvidado de todo.

No le escuchó entrar. No sabía cuanto tiempo llevaba en la cocina observándola, solo sintió su mano rodeándole la cintura y como apoyaba la barbilla en su hombro después de besárselo. Ella sonrió sin mirarlo. Terminó de remover algo en un olla, mientras sentía su mano bajando por sus muslos hasta empezar a levantarle el vestido. Intentó hacerse la interesante, como si no estuviese deseando darse la vuelta y besarle. Él seguía subiendo su mano acariciándole el interior de los muslos muy suavemente. Supongo que no encontró sentido a contenerse más. Se dio la vuelta y le besó. Supongo que la cena tendría que esperar.

jueves, 11 de abril de 2013

Amigos fantasmas o el limbo de las relaciones

Es curiosa la manera en la que nos relacionamos con los demás. Un día conoces a alguien y nunca sabes hasta donde puede llegar vuestra relación. Lo más probable es que se quede en eso, un simple encuentro fugaz y oportuno que te reporte mayor o menor satisfacción. Puede que lo agregues al facebook si te ha caído especialmente en gracia o si es una relación laboral. Y es que ahí está el problema, en clasificar las relaciones.

Cuando conoces a alguien, puede que llegue a ser importante para ti o puede que no, puede que sea tu compañero de trabajo, el chico guapo del bar donde paras siempre (bueno o la chica), puede convertirse en tu colega o en tu amigo, si realmente se tercia. Si mezclamos el sexo puede convertirse en un amante puntual, ocasional, temporal...e incluso puede pasar a ser un amigo o un colega (bueno también puede llegar a ser un enemigo). Pero aquí viene el problema, ¿Qué pasa cuando una de esas personas se convierte en un amante, un amigo y de alguna forma en un enemigo? Es decir, que pasa cuando conoces a alguien con el que instantáneamente congenias, os contáis cosas, os lo pasáis bien juntos, compartís momentos realmente destacables y de pronto, !Zas¡ El sexo, el amor, el cariño...(podéis llamarlo como queráis) entra en acción. Y vosotros diréis, ¿Cúal es el problema en eso? pues a priori ninguno. Pero imaginaros que si que lo haya, que los astros se hayan alineado de tal manera que esa relación sea total y absolutamente imposible, bueno digamos improbable (no me gustan los imposibles).

En este punto, es cuando entras en el limbo de las relaciones. Porque si no podéis ser amantes, ser amigos es altamente difícil, y a veces, absurdo. Porque, ¿Cómo dominas las ganas de besar a alguien a quien deseas? No se puede, simplemente volverá a ocurrir. Así que debéis dejar de ser amigos, lo cual es altamente difícil, porque, ¿Cúantas veces al día quieres comentarle algo a una persona con la que lo has compartido todo? La respuesta es, casi todo el **** tiempo. Y ahí es cuando empezáis a convertiros en enemigos. No enemigos de los que se odian, ni de los que intentan joderse unos a otros. Os convertís en enemigos de vuestra relación, intentando evitar situaciones, intentando olvidaros a toda costa, intentando pensar que no fue para tanto...

Así que llegas a un punto en el que tienes un amante al que no puedes amar, un amigo que no es un amigo y un enemigo que tampoco lo es tanto. Y mi pregunta es ¿Cómo defines a una persona como esta? Yo los denomino "Amigos Fantasma" y son aquellas personas que verás por la calle y saludarás con la mano o no saludarás, porque ahora sois enemigos o extraños. Son aquellos que mirarás por el rabillo del ojo deseando que esté haciendo lo mismo, porque sigue habiendo química. Son aquellos a los que recordarás por lo menos una vez al día, porque te gustaría contarle algo. Esos, son los amigos fantasma.


viernes, 5 de abril de 2013

Historias acabadas sin final...

Se giró buscando el lado frío de la almohada. Había dado tantas vueltas aquella noche, que no sabía si quedaría alguna parte fresca. Llevaba varios meses así, supo que se acercaba otra larga noche de insomnio. Empezaría a darle vueltas a historias acabadas sin final y llegaría un momento, en el que algo en su interior le diría que podía rectificar, que estaba a tiempo de cambiar los estatutos. Pero como siempre se acabaría dando cuenta de que no era cierto, ya no.

Ella queria ser SU chica y eso no era posible. Daba igual las vueltas que le diese o como intentase convencerse de que podría soportarlo. El punto, es que ya no quería soportarlo. Porque ella quería ser SU chica y no eso en lo que se había convertido. No quería ser la otra chica, ni la chica por la que abandonase a alguien, no quería ser por la que truncó sus planes, no queria ser a la que reprocharle algo...ella no queria ser su blue valantine...


miércoles, 3 de abril de 2013

Domesticar significa "crear lazos"




Fue entonces que apareció el zorro:
- Buen día - dijo el zorro.
- Buen día – respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta pero no vio a nadie.
- Estoy aquí – dijo la voz –, bajo el manzano...
- Quién eres ? – dijo el principito. – Eres muy bonito...
- Soy un zorro – dijo el zorro.
- Ven a jugar conmigo – le propuso el principito. – Estoy tan triste...
- No puedo jugar contigo – dijo el zorro. – No estoy domesticado.
- Ah! perdón – dijo el principito.
Pero, después de reflexionar, agregó:
- Qué significa "domesticar" ?
- No eres de aquí – dijo el zorro –, qué buscas ?
- Busco a los hombres – dijo el principito. – Qué significa "domesticar" ?
- Los hombres – dijo el zorro – tienen fusiles y cazan. Es bien molesto ! También crían gallinas. Es su único interés. Buscas gallinas ?
- No – dijo el principito. – Busco amigos. Qué significa "domesticar" ?
- Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro. – Significa "crear lazos..."
- Crear lazos ?
- Claro – dijo el zorro. – Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo...
- Comienzo a entender - dijo el principito.
......................
Pero el zorro volvió a su idea:
- Mi vida es monótona. Yo cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen, y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida resultará como iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los demás. Los otros pasos me hacen volver bajo tierra. Los tuyos me llamarán fuera de la madriguera, como una música. Y además, mira ! Ves, allá lejos, los campos de trigo ? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. Y eso es triste ! Pero tú tienes cabellos color de oro. Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado ! El trigo, que es dorado, me hará recordarte. Y me agradará el ruido del viento en el trigo...
El zorro se calló y miró largamente al principito:
- Por favor... domestícame ! – dijo.
.....................
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:
- Ah! - dijo el zorro... - Voy a llorar.
- Es tu culpa – dijo el principito -, yo no te deseaba ningún mal pero tú quisiste que te domesticara.
- Claro – dijo el zorro.
- Pero vas a llorar ! – dijo el principito.
- Claro – dijo el zorro.
- Entonces no ganas nada !
- Sí gano –dijo el zorro – a causa del color del trigo.
...............
- Adiós – dijo...
- Adiós – dijo el zorro. – Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.



jueves, 21 de marzo de 2013

Tempo de pantasmas

- Rematei o desglose, e outra vez a tua "peli" fíxome chorar...
- Pero se xa sabes como remata!!!
- Xa, pero sinto que tiven esa conversa moitas veces últimamente...unhas veces de verdade, outras só na miña cabeza...non sei, sintome moi Santi...e teño que dicilo!!!Aline é una puta sen escrúpulos...
- Jajaja, Aline non lle cae ben a ninguén agás a min, non sei por qué?
- Porque é unha puta...
- Non é certo e sábelo...simplemente..."Si nunca quise ser el único a tu lado, si tuve miedo fué porque acabara así"



viernes, 15 de marzo de 2013

Nadie te va a tocar nunca como yo...

Me desperté sintiendo como tu mano recorría el borde de mis braguitas. Empezaste a besarme el cuello, despacio, desde los hombros. Mi respiración se entrecortaba y mi corazón empezaba a acelerarse. Me tenías, ya todo daba igual, me tenías.

Me giré para besarte, pero no estabas allí, nunca estás...

jueves, 14 de marzo de 2013

Cómics y pelis de los 80's

Abrió la puerta, dejó caer el abrigo en el banco de la entrada, saludó y se metió en su habitación. Le parecía todo muy raro. El teléfono se iluminó, llevaba haciéndolo un buen rato, supongo que ya era hora de hacerle caso.

- Qué cojones ha pasado¿?¿?¿?¿?

- Donde estás???

- Joder tía, qué pasa???

La verdad es que tampoco tenía muy claro que estaba pasando, pero contestó:

- Ey, hola...

- Cuentamelo todo!!!!

- No hay mucho que contar...me llamó, me dijo que estaba cerca de casa, que me daba mis cosas y bajé a darle las suyas...

- Y claro eso te parece que no es demasiado...

- Realmente no...

- Bueno y que?

- Lo de siempre, cómics y pelis de los 80's...

- Estás bien?

- Sí, estoy bien...solo que...es raro quedar con alguien que fué importante para ti, con el que no creías que tendrías trato nunca más y sentir que todo está igual, pero que todo es diferente...no sabría explicarlo...

- Ya, es raro...

- Si, es raro...

miércoles, 13 de marzo de 2013


"Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él." (Bernard Shaw)



martes, 5 de marzo de 2013

Y los putos reyes magos donde están...

Le dolía, le dolía el corazón. Sentía que dejaba de respirar cada vez que lo intentaba. Supongo que no se puede intentar respirar y controlar las lágrimas, el cuerpo no lo permite para que tengas que llorar de forma desconsolada si es así como te sientes.

Por primera vez en su vida, todo se estaba viniendo abajo. No sentía equilibrio en ninguna de sus formas y la caída estaba siendo dura y larga, no sabía que pasaría cuando llegase abajo. Dicen que la caída es mas dura cuanto mas arriba, supongo que ella estaba demasiado alta. Siempre encontraba salida a todos los problemas, siempre resurgía, se montaba otra historia y hacia delante Bonaparte, pero esta vez no era capaz de agarrarse a nada para no seguir cayendo...esta vez la habia cagado bien y de todas las formas. Esta vez por primera vez en su vida, no estaba viendo la salida, esta vez por primera vez no se sentía Steve Mcqueen.

Supongo que hacía tiempo que lo veía venir, pero pensó que podría arreglarlo al final como hacía siempre. Pero esta vez se sentía cansada, muy cansada. Se sentía atrapada en una rueda para roedores que gira y gira sin parar. Así que se preparó para el golpe final y se dejó caer...si tenía que morir, era el momento.

"En pie como soldadito de plomo,
                                         se preparó para caer en combate,
para la mutilación. 
Para el linchamiento, deporte nacional,
independientemente, del país dónde esté.
O la cárcel.

También se preparó para el olvido,
para lo siguiente que vendrá,
para el Dios proveerá.
Y mañana será otro día,
depende del cristal con el que miras.
Todo es horrible o terriblemente bello."


lunes, 4 de marzo de 2013

Y tu eres Charles o Steve?

- He escrito nuestra conversación en el blog

- Cual?

- La de la gran evasión

- En serio?

- Si, me gustó tu conclusión.

- Jajajaja, pues te voy a explicar todo el proceso que hizo mi cabeza. Iba a decirte que eres como Charles Bronson en la gran evasión, que cava un tunel para escapar...

- Bueno Charles tampoco estaba mal...

- Entonces dije...No, eres mas como Steve Mcqueen que de repente le da la arroutada de escapar y chimpa la valla con una moto, lo pillan, vuelve a escapar, lo vuelven a pillar y así sucesivamente...

- Jajajajajajaja

- Eres mas la espontaneidad que la constancia, digo yo...jajajaja

- Seguramente...aunque podría ser la perseverancia...

- Si claro, no te canses de saltar la valla...

- Nunca lo hago...



viernes, 1 de marzo de 2013

Conversaciones...

- Que haces?

- Nada, ver Homeland y comer fresas. Tu?

- Comerme las uñas...

- Jajajajajajaja estás fatal!!!

miércoles, 27 de febrero de 2013

El lugar del "no silencio"

Se sentó allí en la entrada como le gustaba hacer, un desayuno al sol mirando el monte, no necesitaba nada más. No sabía porque era uno de sus sitios favoritos en el mundo, pero lo era. Quizás por la sensación de recarga energética que le producía el sol sobre su piel, quizás por ese "no silencio" que existía y que le permitía evadirse para pensar en mil cosas y encontrarle solución, quizás simplemente porque era uno de los pocos lugares donde solo era él mismo. Cuando se sentaba allí no había nada más, eran él y el mundo. Podía fantasear con mil y una historias que podían llegar o no a cumplirse, podía dejar de pensar en toda la mierda que le perseguía desde la ciudad, podía pensar en aquel amor de verano que nunca llegó a cuajar pero que ¿quien sabe?, podía no fingir que estaba contento con lo que había conseguido hasta ese momento, podía simplemente descansar la mente y dejar de pensar, porque allí, en ese momento, nadie, ni si quiera él mismo, le exigía nada. Una voz ahogada desde el interior de la casa lo hizo salir de su estado de paz...dejo de haber ese "no silencio", dejó de ser solo el viento, el agua de la fuente y el sonido de la hierba...de pronto la realidad cayó encima de él de nuevo...

lunes, 25 de febrero de 2013

La gran evasión

- Te pasa algo?

- Tengo ganas de huir...

- Jajajajaja...Huir es tu estado natural...- dijo, mientras ella lo miraba- Eres como Steve Mcqueen en la gran evasión!!!

- Jajajaja soy una runaway supongo- los dos se miraron y se echaron a reir.


viernes, 22 de febrero de 2013

El principito y la flor...


Y, cuando regó por última vez la flor y se dispuso a ponerla al abrigo bajo su globo, descubrió que tenía ganas de llorar. 

- Adiós- le dijo a la flor. 

Pero ella no le respondió. 

- Adiós- repitió. 

La flor tosió. Pero no era por el resfriado. 

- He sido tonta- le dijo al fin. - Te pido perdón. Procura ser feliz.

Él se sorprendió por la ausencia de reproches. Se quedó ahí, desconcertado, con el globo en la mano. No comprendía esa calma mansedumbre. 

- Sí, sí, te quiero- le dijo la flor. - No has sabido nada, por mi culpa. No tiene importancia. Pero tú has sido tan tonto como yo. Procura ser feliz... Deja ese globo tranquilo. Ya no lo quiero. 

- Pero el viento... 

- No estoy tan resfriada...El aire fresco de la noche me hará bien. Soy una flor. 

- Pero los animales... 

- Debo soportar dos o tres orugas si quiero conocer a las mariposas. Parece que es hermoso. Si no, quién habrá de visitarme? Tú estarás lejos. En cuanto a los animales grandes, no les temo. Tengo mis garras. 

Y mostró ingenuamente sus cuatro espinas. Luego agregó: 

- No des más vueltas, es molesto. Has decidido partir. Vete. 

Pues no quería que la viera llorar. Era una flor tan orgullosa... 



                                                                                                                                                                      


martes, 19 de febrero de 2013

Paso-Inspiración-Barrida

—Ves, Momo —le decía, por ejemplo—, las cosas son así: a veces tienes ante ti una calle larguísima. Te parece tan terriblemente larga, que nunca crees que podrás acabarla.
Miró un rato en silencio a su alrededor; entonces siguió:
—Y entonces te empiezas a dar prisa, cada vez más prisa. Cada vez que levantas la vista, ves que la calle no se hace más corta. Y te esfuerzas más todavía, empiezas a tener miedo, al final estás sin aliento. Y la calle sigue estando por delante. Así no se debe hacer.
Pensó durante un rato. Entonces siguió hablando:
—Nunca se ha de pensar en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Sólo hay que pensar en el paso siguiente, en la inspiración siguiente, en la siguiente barrida. Nunca nada más que en el siguiente.
Volvió a callar y reflexionar, antes de añadir:
—Entonces es divertido; eso es importante, porque entonces se hace bien la tarea. Y así ha de ser.
Después de una nueva y larga interrupción, siguió:
—De repente se da uno cuenta de que, paso a paso, se ha barrido toda la calle. Uno no se da cuenta cómo ha sido, y no se está sin aliento.
Asintió en silencio y dijo, poniendo punto final:
—Eso es importante.


viernes, 8 de febrero de 2013

El secreto

- Recuerdas que te dije que tenía un secreto?
- Si, lo recuerdo. Creí que ya no me lo ibas a contar...jajaja...que estaba castigado
- Que parvo, no es eso. Simplemente no se si es buena idea que lo sepas...
- Porque? Es algo que me va a hacer enfadar? Ya sabes que no me puedo enfadar contigo...
- No, o por lo menos no debería...
- Vas a contarmelo o que?
- Si...
- Que pasa?
- Es que no se como decirlo
- Dilo sin mas...
- Es que tengo miedo de tu reacción...
- Entonces es que no me va a gustar...
- No lo sé...
- Bueno está bien, sueltalo ya...
- Posiblemente vaya a Madrid del 15 al 17...


miércoles, 6 de febrero de 2013

Hoy va a ser uno de esos días

Se despertó y supo que algo no iba bien. Intentó darse la vuelta y seguir durmiendo, se tapó la cara con las sábanas porque el sol entraba por las rendijas de la persiana y ya no la dejaba dormir, pero todo fué inútil.

Dejó pasar 5 eternos minutos en cama, esperando a ver si aquella sensación se calmaba, pero como era de esperar siguió allí. 

- Va a ser uno de esos días- Pensó y dejó de luchar. 

Empezó a pensar en momentos que no volverían a ocurrir y dejó que sus ojos se llenaran de lágrimas mientras sonreía. Estos días siempre causaban esa especie de contradicción en ella, estaba triste y feliz al mismo tiempo, creo que no mucha gente ha sentido eso alguna vez.

Se levantó, se preparó un té, puso "sú" lista de reproducción y decidió ordenar la habitación. Eso siempre la calmaba y a veces, conseguia dejar de pensar...aunque hoy era uno de esos días y no estaba segura de conseguirlo...

 




lunes, 4 de febrero de 2013

Tu no puedes, yo si...just breath, baby


Me siento como, puedo afirmarlo con seguridad, no me he sentido nunca.
Me siento entendiendo lo que otros sentían. Siento eso que nunca sentí y me siento infravalorada.
Siento que lo nuestro fue importante e inmenso, intenso, duro y apasionado. Sin embargo, para tí
nunca fue público para los tuyos, para tu familia, para tu casa.
Siento que el que llega ya forma de tu familia con el rango que merece, con todas las letras. Mientas
yo siempre seré la amiga que nunca tuvo claro su lugar y que todos aceptaban pero no se atrevieron,
ni te atreviste, a presentarme como lo que era.
Siento que ha ocupado el sitio con tus amigos. El sitio “tradicional”. El de salir en pareja y practicar
deporte con el novio de tu amiga.
Mientras yo, solo era yo. Y era la pareja perfecta para ir a comprar ropa interior. Y para entenderte y
para sentir lo mismo que tú.
Siento que fuiste tú la que me atrapaste. Y que yo consentí cortarme las alas.
Pero siento, que me podrían volver a crecer en cualquier momento, y siento que podría hacerlo
perfectamente a tu lado.
A veces dices tantas tonterías que tengo ganas de besarte y callarte la boca. Tú me quieres pero no
me amas. Yo echo de menos decir “Te amo” y cada vez que quiero hacerlo lo sustituyo por un
emoticono en nuestras nuevas conversaciones digitales.
Me “satisface” que pienses en mí y que me eches de menos, sin embargo me corroe que me digas
“buenas noches preciosa” con otra persona tumbada a tu lado, y en mi lado.
No sé si quiero verte cada día o no verte jamás. No sé si quiero saber de tí u obviar tu existencia.
Siento que yo sin tí no puedo respirar, pero siento que sólo por tí tengo ganas de llorar.
Sé que no me dejaste por él. Sé que nos atrapamos. También sé que podríamos haber cambiado.
Pero también sé, y creo sin duda, que es lo que más me corrompe, que él ocupa el sitio que debería
haber ocupado yo y nunca ocupé. El sitio. Con las cosas llamadas por su nombre.
Hablas con tu madre de él, de una forma de la que jamás le hablaste de mí. Suerte que tu madre
nunca fue nada tonta. Y eso me parte en dos. Porque creí que lo nuestro era diferente.
Siento que no puedo estar con nadie más.
Y siento que me parece imposible que nunca más vayamos a volver a estar juntas. Pienso en tantas
parejas que han tenido idas y vueltas a lo largo de los años y al final han acabado juntas, y tengo fé.
Pero también sé, que tú nunca reculas. Nunca.
Siento que ya has olvidado este (para tí) pasado. Y que lo percibes como una experiencia sin más,
cómo “mira qué locura hice”. Y siento como si me negases. Porque no soy lo “normal”.
Pero has de saber que tienes más pasado que yo, y has de recordar todas esas cosas que te han
marcado y echarle valor a la vida. Nunca pensé que fueras de esas que se conformara con lo normal
y no aceptara lo que le pasa. Tampoco pensé que yo fuera una de esas que recriminan esto. Pero
ahora entiendo lo que se siente.
Me siento con ganas de volar pero atada al suelo.
Me siento decepcionada y frustrada. Y sé que me necesitas tanto como yo a tí, porque me lo dices y
me insistes. No me digas que esto no es amor.
Quiero que seas feliz y quiero que sufras. Quiero que me necesites más todavía y negarte mi mano.
Quiero que te des cuenta. Pero has de hacerlo tu sola. Y sé que debo tener paciencia. Porque verás
que nadie te cuida como yo y nadie hará todo lo que he hecho yo por tí.
Pero no te darás cuentas hasta que no tengas el valor de dormir sola.


viernes, 1 de febrero de 2013

La gata sobre el tejado de Zinc


Abrió los ojos despacio porque la luz del sol le molestaba - le gustaba dormir totalmente a oscuras, pero había olvidado cerrar las contras - Se desperezó, buscó su camiseta a tientas por el suelo y salió de la cama, no sin antes mirar el hueco que el último sucedáneo había dejado en la cama.

Nunca había querido ser así, nunca se había sentido a gusto con esas situaciones, pero a lo largo de los años tanta gente le había hecho sentir que era "esa clase de chica" que al final acabó creyéndoselo "Ya sabes, la clase de chica perfecta para huir, pero no la clase de chica que presentarías a tus padres" -le había oído decir alguna vez - Así que se había vuelto una gata sin dueño, vagando por bares sin nombre en noches sin rumbo. Dejándose querer solo lo necesario y dando aún menos...

Llevaba un par de años comportándose de aquella manera - supongo que desde que había devuelto aquel corazón que le prestaron el año del último desastre - y aunque no le gustaba, le resultaba mas fácil que afrontar la sensación de fracaso, ahora por lo menos era buena en lo que hacía. Era una gata callejera que solo te prestaba su amor una noche, una gata que ya no buscaba señales cósmicas en casualidades absurdas, una gata que siempre se despertaba sola.

El silbido de la tetera hizo que despertase de sus pensamientos, se preparó un té y caminó lentamente hasta la galería, no sin antes poner el disco de los gatitos. La mañana del domingo era el único momento en que se permitía pensar en aquello.

Estuvo un rato sentada en aquel sillón de mimbre dejando que el sol la cargase de energía mientras le daba vueltas a la sensación de haber sobrevivido a un fin de semana más. Su ausencia de corazón le permitía sobrevivir a todos y cada uno de ellos. Si el más mínimo ápice de interés mental surgía en las conversaciones de bar, se disculpaba educadamente (eso ante todo) y buscaba otra presa. No estaba dispuesta a que la embaucaran de nuevo, así que solo jugaba con quien sabía que no podía perder.

Que se siente al matar a un gatito??!!!!!! grito el tocadiscos desde el salón...ella sonrió...