jueves, 25 de julio de 2013

Los desconocidos

Hasta que abrió la puerta del coche para bajarse no se sintió nervioso. Había imaginado ese momento cientos de veces en su cabeza y creía que lo tenía todo bajo control. Cerró el coche y cruzó la carretera. Caminaba escondiéndose bajo sus Rayban para observar quien lo esperaba sentado en la terraza. Ella no estaba. No sabía si eso le calmaba o no. Si no era hoy, sería otro día, pero sabía que ese encuentro sucedería.

Algunos de los chicos comenzaron a saludarlo desde sus mesas, el sonrió y les devolvió el saludo. Empezó a chapurrear algunas cosas en gallego y a alegrarse de estar allí de nuevo. Siempre se sentía bien en aquel lugar, era como estar en casa.

Se paró justo antes de entrar para darle la mano a uno de los muchachos y fué entonces cuando escuchó su risa saliendo por la puerta. Instintivamente levantó la cabeza para mirar. Ella salía hablando con alguna de sus amigas y riéndose de alguna estupidez. Mientras giraba la cabeza después de su último comentario sus miradas coincidieron. Sólo fue un instante. El levantó la cabeza a modo de saludo, ella esbozó un sonrisa y bajó la mirada.

Habian vuelto a ser "la chica snob del pueblo" y "el pijo de ciudad". Habían vuelto a ser unos desconocidos.




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