sábado, 29 de diciembre de 2012

Ella era una chica del desierto y el un buscador de piramides

Llevaba una hora mirandolo, le encantaba escucharlo hablar porque creía firmemente en todo lo que decía(creo que eso es lo que le gustaba de él). Ella quería rebatirle todos y cada uno de sus argumentos pero sabía que sería inútil...a lo largo de los años, y les separaban unos pocos, se había dado cuenta de que "nadie aprende de cabeza ajena" así que se quedó allí escuchandole, viendo como se quebraba.

Su historia siempre había sido así, preciosa y terrible...podían hablar durante horas de todas las cosas que los separaban, de todas las cosas que los unian, de todas las cosas que podrian o no ocurrir...pero siempre se interrumpian para besarse y durante ese instante nada importaba solo eran ellos dos, el mundo se detenía...

Ella no queria que se terminase, pero debia hacerlo...porque el tenia otra vida y ella no encajaba allí...el se preguntaba si quedaria alguien para cuidarlo al final...ella se preguntaba si el sabia que ella siempre estaría allí...intentaría olvidarle, intentaria seguir con su vida, pero supongo que como todas las historias de amor inacabadas...nunca podría hacerlo...

En el momento en que el salió por la puerta ella quiso gritarle que se quedara, que le regalase los siguientes dos dias en su ciudad...pero no lo hizo porque "no tenía garantias de que fuera ella lo que el esperaba" le gustaba pensar que si, le gustaba pensar que el vida finalmente los juntaria, pero...quien podía saberlo ahora?




jueves, 22 de noviembre de 2012

Entre la indiferencia y el dolor, escojo el dolor...

Vió como se despedían, tiró su cigarro y se cerró la parka, empezaba a hacer frío. El tren partió y decidió que era el momento de acercarse. Ella no lloraba, estaba manteniendo la compostura, siempre lo hacía, le habían enseñado bien. La tocó en el hombro, ella se giró y se derrumbó.

"Nunca ha podido guardar las apariencias conmigo" pensó.

Estuvieron allí de pié mientras ella lloraba, muda, ni un gemido, sólo lágrimas (para ella era ya demasiado). Estuvieron solo el tiempo necesario o por lo menos el que ella supuso que era necesario. Entonces se separó, se secó las lágrimas y comenzó a caminar.

Después de un tiempo de protocolo ella empezó a hablar con la mirada fija en el infinito.

" La verdad, es que da igual. Da igual los planes que hagas, lo que pienses ahora, lo que pienses dentro de 10 minutos...las cosas pasaran de alguna manera. Solo hay que hacer lo que te apetezca en cada momento y dejarse llevar si crees que es lo correcto.

No importa las vueltas que le des, que te enfades, que te preguntes los "porques", que intentes entender que esta pasando...porque al final las personas somos volubles, igual que tu cambias de opinión con cada circunstancia, ellos también lo hacen y nunca puedes predecir cual va a ser su próximo movimiento, al fin y al cabo esto no es una partida de ajedrez."

El sin mirarla dijo:

"Supongo que lo difícil es coincidir en el mismo instante"

Ella lo miró y comenzó a llorar de nuevo

El sorprendido la miró y dijo...

"Ana, no quería hacerte llorar, solo intento que no seas como yo...que no lo pases mal por las cosas horribles que pueden pasar y al final no disfrutes de lo que te está pasando porque te amargas pensando en que puede salir mal. " el miró al frente y hizo una pausa.

"Porque sabes lo peor y lo más triste? "Ella lo miró de reojo, había dejado de llorar...

"Que nadie te asegura que estés aquí tanto como para perderlo o para conseguirlo...Solo sabes que hoy estás aquí, así que disfrútalo de la mejor manera que puedas. Si tiene que salir mal, saldrá mal...pero y si sale bien? merecería entonces la pena pasarlo mal antes de tiempo? o lo que es peor, dejar de vivirlo por si sale mal? Entre la indiferencia y el dolor, escojo el dolor, así por lo menos sé que sigo vivo, así por lo menos se que puedo volver a intentarlo..."

Siguieron caminando en silencio y nunca mas volvieron a tener esa conversación, ya no había nada que decir.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Y cuando las duchas dejan de ser solo duchas.
Y cuando el agua no te limpia los recuerdos si no que los trae.
Y cuando el sonido del agua no te deja olvidar.
Y cuando las duchas dejan de ser solo duchas...

viernes, 5 de octubre de 2012

Canciones tristes

Buscaba comprensión en canciones tristes y no conseguía que ninguna le diese paz. Empezó a plantearse que igual no la encontraba porque no era tristeza lo que sentía. Sabía desde el principio como terminaría y no se había permitido levantar el pie del freno en ningún momento. Pero esto no le había impedido disfrutar cada momento como si realmente hubiera un futuro. Todo había sido tan fácil, no se había forzado ninguna situación, el destino los había llevado como si tuviera que ser de aquella manera...Creo que precisamente por eso no estaba triste, porque algo en su interior creía que no había terminado o por lo menos así lo sentía ahora...Si tenía que ser, algo los volvería a juntar y si no, sería una de esas historias que recuerdas para siempre...Así que dejó de buscar comprensión en canciones tristes y dejó que todo fluyera como había hecho hasta ahora, no le había ido tan mal...

jueves, 20 de septiembre de 2012

De juguetes rotos

Las manos le temblaban, ya no era capaz de mantenerlas con firmeza, era cosa de la edad. Se recostó en la silla y se sacó las gafas. Era demasiado mayor para seguir haciéndolo, pero era lo que había hecho toda su vida, no sabia hacer otra cosa. Había pasado toda su vida arreglando juguetes rotos para que otra gente los disfrutara. Se sentía vieja, sola y cansada, pero había nacido para eso y ahora no podía simplemente dejar de hacerlo.

Hubo una vez, hace años, que creyó que podría hacer otra cosa, que podría tener otra vida, pero luego se dio cuenta que aquello la hacía feliz y desdichada a partes iguales. Asumió que su destino era arreglar juguetes rotos para otros y fue feliz de la única manera que pudo. Pero se hacía mayor y ya no podía arreglarlos como antes y eso empezaba a inquietarla, que haría si un día no podía arreglarlos más, que haría entonces?...Luego recordaba uno a uno a todos lo que había arreglado y sonreía, no lo había hecho mal, tendría un merecido descanso y sería feliz. Y entonces se acordaba de ella, la miraba desde la estantería desde hacía años...había intentado arreglarla desde el primer día pero nunca había encontrado cual era su fallo...recordaba perfectamente el día en que llegó a su vida...

Escuchó la campanita de la puerta, se levantó y salió de la trastienda. Fuera un hombre la esperaba, llevaba algo envuelto en un pañuelo. 

- Buenos días
- Buenos días, que desea?

El hombre desenvolvió lo que llevaba en el pañuelo en silencio y con cuidado.

- La he encontrado y quería saber si podía arreglarla...

Ella la miró, nunca había visto una tan perfecta, tan preciosa, tan triste...a simple visto no parecía que le pasase nada pero la cogió entre sus manos con delicadeza para examinarla.

- No veo cual es el desperfecto, señor.
- No lo ve? Está triste, algo tan bello no puede estar tan triste...puede arreglarla? Me gustaría verla feliz...
- Pero no creo que pueda hacer nada, eso no puede arreglarse, simplemente es así, es triste...
- Yo creo que puede hacerlo, por lo menos puede intentarlo...estaré fuera de la ciudad un tiempo, pero volveré a buscarla cuando esté arreglada...

Bajo la cabeza para mirar de nuevo la pequeña muñeca que tenia en las manos, entonces oyó la campanita de la puerta y ya no había nadie en la tienda.

Habían pasado mas de 10 años desde ese día y aquel hombre no había vuelto y ella no había podido arreglar a la muñeca triste. Los primeros años había pasado horas, noches y días enteros intentando arreglarla o buscando una solución, pero a lo largo de los años y con el aumento de trabajo había dejado de intentarlo. Hacía tiempo que no pensaba en ella, quizás era ahora o nunca, pronto no podría ni siquiera intentarlo.

Se levantó de la silla y la cogió con cuidado de la estantería. Estuvo mucho tiempo mirándola y estuvo a punto de darse por vencida de nuevo, pero decidió que sería su último encargo. Terminó primero de arreglar un pequeño gatito que había perdido la nariz, un autómata al que le faltaba alguna pieza y un pirata que tenía que cambiarse la pata de palo. Era de noche cuando por fin terminó y se puso con ella, la observó durante mucho tiempo intentando saber que hacer o como proceder...empezó incluso a desesperarse, no sabía porque había pensando en intentarlo siquiera, no tenía sentido. Se dio por vencida unas cuentas veces, incluso la maldijo en alguna ocasión. Estaba desesperada y comenzó a agitarla aún a riesgo de romperla y entonces, lo oyó, era un sonido muy débil y metálico. Empezó a zarandearla otra vez y volvió a oírlo, supongo que nunca se le había ocurrido tratarla de aquella manera. Se puso muy nerviosa, empezó a examinarla cuidadosamente, no podía creer que se le hubiese pasado nada por alto, era imposible y después de tantos años. Revisó pliegue por pliegue el vestido, el pelo, y no veía nada. Volvió a moverla esta vez lo mas cerca que pudo de sus viejos oídos y esta vez intentó hacerlo parte a parte. Estaba empezando a enfadarse cuando llegó a los zapatos, era allí!!! se oía algo dentro del tacón"!!! Intentó sacarlo pero no había manera, lo giró y nada, lo presionó y tampoco pero ella sabia que allí había algo, lo sabía...inspeccionó el tacón mas de cerca y vio un pequeñísimo agujero, cogió un alfiler y lo introdujo y clack!!! el tacón se había abierto y dentro había una pequeña llavecita. Otro rompecabezas pensó y sacó la llave...pero creía saber que es lo que tenia que hacer con ella.

Hacía años en una de sus primeras sesiones con la muñeca después de haberse atrevido a quitarle la ropa había encontrado un rendija en su pecho, pero llegó a pensar que era un defecto de fabrica, porque era muy pequeña e irregular...ahora sabía para que era...le sacó el vestido con cuidado, introdujo la llave y se oyó un sonido. En el pecho de la muñeca se había abierto una pequeña puertecita y miró dentro y entonces se dio cuenta de lo que pasaba, entonces comprendió porque estaba triste, tenía el corazón roto...sacó aquel pequeño corazón de madera de su escondite y decidió repararlo. Por lo menos así habría cumplido su cometido, aunque aquel hombre nunca mas viniese a buscarla, ella habría cumplido.

Se afanó toda la noche por arreglarlo, lo unió, lo pulió, incluso se permitió pintarlo...estaba amaneciendo cuando había terminado de arreglarlo...Cogió la muñeca con ternura entre sus manos y colocó el corazón en su sitio...Fuera en la tienda la campanita de la puerta sonaba de nuevo, habían venido a buscarla...

A ver si es verdad

Se secó las lagrimas y se propuso que serían las últimas. Nadie valía la pena si te hacía llorar de manera deliberada y cruel. Miró hacia su derecha y la vió, estaba allí, indefensa y trastornada. Se dió cuenta de que no solo le habia afectado a ella y de lo egoista que había sido y entonces la abrazó.

- Es triste, lo sé, pero las dos sabemos que no podemos hacer nada...
- Lo sé, pero aún asi no puedo evitar sentirme mal. Siempre me hace sentir mal...
- Sabes porque te hace sentir mal?
- No
- Te hace sentir mal porque eres buena persona...
- No te entiendo
- Si eres mala persona y alguien te echa en cara que eres mala persona o que te has portado mal con ella, no va a importante, porque eres mala persona. En cambio, si eres buena persona y alguien te dice que eres una "hija de puta", pensarás en todo aquello que pudiste hacer mal, todo aquello que no hiciste y todo lo que pudo haberle hecho sentir mal. Y es curioso porque, aunque no hayas hecho nada para hacerle daño a esa persona, te sentiras culpable de todas maneras. Sentirás que no has hecho suficiente o que has sido desconsiderada. Entiendes?
- Si lo entiendo, pero es que igual...
- No, no pienses en el pero...se que le quieres, yo tb, pero eso no justifica que pueda tratarte como una mierda cada vez que quiera y luego venir pidiendo perdón como si no pasara nada. Tiene que aprender que no puede hacerle daño a la gente que le quiere solo porque se siente mal...se que algún día lo comprenderá, solo espero que no sea demasiado tarde...
- Yo también


lunes, 17 de septiembre de 2012

Palabras vanas e historias estúpidas

Miraba las estrellas sentada en aquel banco y aunque disfrutaba de las vistas, sabía que no era suficiente. Había hecho esto tantas veces en aquel sitio, lo había hecho tantas veces sin el...pero ahora ya no podía, ya no tenía sentido.

Bajo la cabeza, recogió su bolso y decidió volver mientras escuchaba lo que la amiga de turno tenía que contar. Se dió cuenta de que ella no apreciaba lo que le estaba estaba enseñando. Algo perfecto, silencioso, algo que no debe romperser con palabras vanas e historias estúpidas.

Caminaba en la oscuridad intentando enseñarle todo lo que ella amaba mas que nada en este mundo y la respuesta era tan poco emocionante, que decidio dejar de hacerlo y concentrarse en la conversación.

Era consciente de que nadíe apreciaría tanto aquellas cosas como él lo habia hecho, es más, era consciente de que de que ella misma no volvería a apreciarlas del mismo modo. Pero eso no hizo que se sintiera triste, al contrario, pensó que por lo menos había alguien que la entendía, y eso la hizo sonreir.

Azul

Aquella sensación había estado rondandola y esta vez no iba a poder evitarla...Sintió presión en el pecho y supo que todo volvería a ser azul, sintió que nada de lo que había hecho serviría para cambiarlo y lloró.

Estaba sola delante de aquella gente, pensando en como volver a la realidad o en como la realidad había vuelto a ella, y supo en ese instante, que no quería volver. Pensó en lo mucho que le gustaba estar en su sitio secreto y lo mucho que echaría de menos serl libre.

Se resistiría hasta el final, lucharía con todas sus fuerzas, lo aplazaría hasta que no pudiese mas...Aunque sabía que al final podría con ella...