miércoles, 27 de febrero de 2013

El lugar del "no silencio"

Se sentó allí en la entrada como le gustaba hacer, un desayuno al sol mirando el monte, no necesitaba nada más. No sabía porque era uno de sus sitios favoritos en el mundo, pero lo era. Quizás por la sensación de recarga energética que le producía el sol sobre su piel, quizás por ese "no silencio" que existía y que le permitía evadirse para pensar en mil cosas y encontrarle solución, quizás simplemente porque era uno de los pocos lugares donde solo era él mismo. Cuando se sentaba allí no había nada más, eran él y el mundo. Podía fantasear con mil y una historias que podían llegar o no a cumplirse, podía dejar de pensar en toda la mierda que le perseguía desde la ciudad, podía pensar en aquel amor de verano que nunca llegó a cuajar pero que ¿quien sabe?, podía no fingir que estaba contento con lo que había conseguido hasta ese momento, podía simplemente descansar la mente y dejar de pensar, porque allí, en ese momento, nadie, ni si quiera él mismo, le exigía nada. Una voz ahogada desde el interior de la casa lo hizo salir de su estado de paz...dejo de haber ese "no silencio", dejó de ser solo el viento, el agua de la fuente y el sonido de la hierba...de pronto la realidad cayó encima de él de nuevo...

lunes, 25 de febrero de 2013

La gran evasión

- Te pasa algo?

- Tengo ganas de huir...

- Jajajajaja...Huir es tu estado natural...- dijo, mientras ella lo miraba- Eres como Steve Mcqueen en la gran evasión!!!

- Jajajaja soy una runaway supongo- los dos se miraron y se echaron a reir.


viernes, 22 de febrero de 2013

El principito y la flor...


Y, cuando regó por última vez la flor y se dispuso a ponerla al abrigo bajo su globo, descubrió que tenía ganas de llorar. 

- Adiós- le dijo a la flor. 

Pero ella no le respondió. 

- Adiós- repitió. 

La flor tosió. Pero no era por el resfriado. 

- He sido tonta- le dijo al fin. - Te pido perdón. Procura ser feliz.

Él se sorprendió por la ausencia de reproches. Se quedó ahí, desconcertado, con el globo en la mano. No comprendía esa calma mansedumbre. 

- Sí, sí, te quiero- le dijo la flor. - No has sabido nada, por mi culpa. No tiene importancia. Pero tú has sido tan tonto como yo. Procura ser feliz... Deja ese globo tranquilo. Ya no lo quiero. 

- Pero el viento... 

- No estoy tan resfriada...El aire fresco de la noche me hará bien. Soy una flor. 

- Pero los animales... 

- Debo soportar dos o tres orugas si quiero conocer a las mariposas. Parece que es hermoso. Si no, quién habrá de visitarme? Tú estarás lejos. En cuanto a los animales grandes, no les temo. Tengo mis garras. 

Y mostró ingenuamente sus cuatro espinas. Luego agregó: 

- No des más vueltas, es molesto. Has decidido partir. Vete. 

Pues no quería que la viera llorar. Era una flor tan orgullosa... 



                                                                                                                                                                      


martes, 19 de febrero de 2013

Paso-Inspiración-Barrida

—Ves, Momo —le decía, por ejemplo—, las cosas son así: a veces tienes ante ti una calle larguísima. Te parece tan terriblemente larga, que nunca crees que podrás acabarla.
Miró un rato en silencio a su alrededor; entonces siguió:
—Y entonces te empiezas a dar prisa, cada vez más prisa. Cada vez que levantas la vista, ves que la calle no se hace más corta. Y te esfuerzas más todavía, empiezas a tener miedo, al final estás sin aliento. Y la calle sigue estando por delante. Así no se debe hacer.
Pensó durante un rato. Entonces siguió hablando:
—Nunca se ha de pensar en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Sólo hay que pensar en el paso siguiente, en la inspiración siguiente, en la siguiente barrida. Nunca nada más que en el siguiente.
Volvió a callar y reflexionar, antes de añadir:
—Entonces es divertido; eso es importante, porque entonces se hace bien la tarea. Y así ha de ser.
Después de una nueva y larga interrupción, siguió:
—De repente se da uno cuenta de que, paso a paso, se ha barrido toda la calle. Uno no se da cuenta cómo ha sido, y no se está sin aliento.
Asintió en silencio y dijo, poniendo punto final:
—Eso es importante.


viernes, 8 de febrero de 2013

El secreto

- Recuerdas que te dije que tenía un secreto?
- Si, lo recuerdo. Creí que ya no me lo ibas a contar...jajaja...que estaba castigado
- Que parvo, no es eso. Simplemente no se si es buena idea que lo sepas...
- Porque? Es algo que me va a hacer enfadar? Ya sabes que no me puedo enfadar contigo...
- No, o por lo menos no debería...
- Vas a contarmelo o que?
- Si...
- Que pasa?
- Es que no se como decirlo
- Dilo sin mas...
- Es que tengo miedo de tu reacción...
- Entonces es que no me va a gustar...
- No lo sé...
- Bueno está bien, sueltalo ya...
- Posiblemente vaya a Madrid del 15 al 17...


miércoles, 6 de febrero de 2013

Hoy va a ser uno de esos días

Se despertó y supo que algo no iba bien. Intentó darse la vuelta y seguir durmiendo, se tapó la cara con las sábanas porque el sol entraba por las rendijas de la persiana y ya no la dejaba dormir, pero todo fué inútil.

Dejó pasar 5 eternos minutos en cama, esperando a ver si aquella sensación se calmaba, pero como era de esperar siguió allí. 

- Va a ser uno de esos días- Pensó y dejó de luchar. 

Empezó a pensar en momentos que no volverían a ocurrir y dejó que sus ojos se llenaran de lágrimas mientras sonreía. Estos días siempre causaban esa especie de contradicción en ella, estaba triste y feliz al mismo tiempo, creo que no mucha gente ha sentido eso alguna vez.

Se levantó, se preparó un té, puso "sú" lista de reproducción y decidió ordenar la habitación. Eso siempre la calmaba y a veces, conseguia dejar de pensar...aunque hoy era uno de esos días y no estaba segura de conseguirlo...

 




lunes, 4 de febrero de 2013

Tu no puedes, yo si...just breath, baby


Me siento como, puedo afirmarlo con seguridad, no me he sentido nunca.
Me siento entendiendo lo que otros sentían. Siento eso que nunca sentí y me siento infravalorada.
Siento que lo nuestro fue importante e inmenso, intenso, duro y apasionado. Sin embargo, para tí
nunca fue público para los tuyos, para tu familia, para tu casa.
Siento que el que llega ya forma de tu familia con el rango que merece, con todas las letras. Mientas
yo siempre seré la amiga que nunca tuvo claro su lugar y que todos aceptaban pero no se atrevieron,
ni te atreviste, a presentarme como lo que era.
Siento que ha ocupado el sitio con tus amigos. El sitio “tradicional”. El de salir en pareja y practicar
deporte con el novio de tu amiga.
Mientras yo, solo era yo. Y era la pareja perfecta para ir a comprar ropa interior. Y para entenderte y
para sentir lo mismo que tú.
Siento que fuiste tú la que me atrapaste. Y que yo consentí cortarme las alas.
Pero siento, que me podrían volver a crecer en cualquier momento, y siento que podría hacerlo
perfectamente a tu lado.
A veces dices tantas tonterías que tengo ganas de besarte y callarte la boca. Tú me quieres pero no
me amas. Yo echo de menos decir “Te amo” y cada vez que quiero hacerlo lo sustituyo por un
emoticono en nuestras nuevas conversaciones digitales.
Me “satisface” que pienses en mí y que me eches de menos, sin embargo me corroe que me digas
“buenas noches preciosa” con otra persona tumbada a tu lado, y en mi lado.
No sé si quiero verte cada día o no verte jamás. No sé si quiero saber de tí u obviar tu existencia.
Siento que yo sin tí no puedo respirar, pero siento que sólo por tí tengo ganas de llorar.
Sé que no me dejaste por él. Sé que nos atrapamos. También sé que podríamos haber cambiado.
Pero también sé, y creo sin duda, que es lo que más me corrompe, que él ocupa el sitio que debería
haber ocupado yo y nunca ocupé. El sitio. Con las cosas llamadas por su nombre.
Hablas con tu madre de él, de una forma de la que jamás le hablaste de mí. Suerte que tu madre
nunca fue nada tonta. Y eso me parte en dos. Porque creí que lo nuestro era diferente.
Siento que no puedo estar con nadie más.
Y siento que me parece imposible que nunca más vayamos a volver a estar juntas. Pienso en tantas
parejas que han tenido idas y vueltas a lo largo de los años y al final han acabado juntas, y tengo fé.
Pero también sé, que tú nunca reculas. Nunca.
Siento que ya has olvidado este (para tí) pasado. Y que lo percibes como una experiencia sin más,
cómo “mira qué locura hice”. Y siento como si me negases. Porque no soy lo “normal”.
Pero has de saber que tienes más pasado que yo, y has de recordar todas esas cosas que te han
marcado y echarle valor a la vida. Nunca pensé que fueras de esas que se conformara con lo normal
y no aceptara lo que le pasa. Tampoco pensé que yo fuera una de esas que recriminan esto. Pero
ahora entiendo lo que se siente.
Me siento con ganas de volar pero atada al suelo.
Me siento decepcionada y frustrada. Y sé que me necesitas tanto como yo a tí, porque me lo dices y
me insistes. No me digas que esto no es amor.
Quiero que seas feliz y quiero que sufras. Quiero que me necesites más todavía y negarte mi mano.
Quiero que te des cuenta. Pero has de hacerlo tu sola. Y sé que debo tener paciencia. Porque verás
que nadie te cuida como yo y nadie hará todo lo que he hecho yo por tí.
Pero no te darás cuentas hasta que no tengas el valor de dormir sola.


viernes, 1 de febrero de 2013

La gata sobre el tejado de Zinc


Abrió los ojos despacio porque la luz del sol le molestaba - le gustaba dormir totalmente a oscuras, pero había olvidado cerrar las contras - Se desperezó, buscó su camiseta a tientas por el suelo y salió de la cama, no sin antes mirar el hueco que el último sucedáneo había dejado en la cama.

Nunca había querido ser así, nunca se había sentido a gusto con esas situaciones, pero a lo largo de los años tanta gente le había hecho sentir que era "esa clase de chica" que al final acabó creyéndoselo "Ya sabes, la clase de chica perfecta para huir, pero no la clase de chica que presentarías a tus padres" -le había oído decir alguna vez - Así que se había vuelto una gata sin dueño, vagando por bares sin nombre en noches sin rumbo. Dejándose querer solo lo necesario y dando aún menos...

Llevaba un par de años comportándose de aquella manera - supongo que desde que había devuelto aquel corazón que le prestaron el año del último desastre - y aunque no le gustaba, le resultaba mas fácil que afrontar la sensación de fracaso, ahora por lo menos era buena en lo que hacía. Era una gata callejera que solo te prestaba su amor una noche, una gata que ya no buscaba señales cósmicas en casualidades absurdas, una gata que siempre se despertaba sola.

El silbido de la tetera hizo que despertase de sus pensamientos, se preparó un té y caminó lentamente hasta la galería, no sin antes poner el disco de los gatitos. La mañana del domingo era el único momento en que se permitía pensar en aquello.

Estuvo un rato sentada en aquel sillón de mimbre dejando que el sol la cargase de energía mientras le daba vueltas a la sensación de haber sobrevivido a un fin de semana más. Su ausencia de corazón le permitía sobrevivir a todos y cada uno de ellos. Si el más mínimo ápice de interés mental surgía en las conversaciones de bar, se disculpaba educadamente (eso ante todo) y buscaba otra presa. No estaba dispuesta a que la embaucaran de nuevo, así que solo jugaba con quien sabía que no podía perder.

Que se siente al matar a un gatito??!!!!!! grito el tocadiscos desde el salón...ella sonrió...







Sinécdoque: es aquella licencia retórica mediante la cual se expresa la parte por el todo.

Aqui, puede ser en cualquier parte,
un segundo, puede ser la eternidad,
...la parte por el todo...

Yo, pude ser tu vida,
tú, pudiste ser la mía...
pero a veces una parte, no es el todo...

Supongo que me quedo "Aqui que tampoco es la vida real, aqui que no es un infierno..."