viernes, 1 de febrero de 2013

La gata sobre el tejado de Zinc


Abrió los ojos despacio porque la luz del sol le molestaba - le gustaba dormir totalmente a oscuras, pero había olvidado cerrar las contras - Se desperezó, buscó su camiseta a tientas por el suelo y salió de la cama, no sin antes mirar el hueco que el último sucedáneo había dejado en la cama.

Nunca había querido ser así, nunca se había sentido a gusto con esas situaciones, pero a lo largo de los años tanta gente le había hecho sentir que era "esa clase de chica" que al final acabó creyéndoselo "Ya sabes, la clase de chica perfecta para huir, pero no la clase de chica que presentarías a tus padres" -le había oído decir alguna vez - Así que se había vuelto una gata sin dueño, vagando por bares sin nombre en noches sin rumbo. Dejándose querer solo lo necesario y dando aún menos...

Llevaba un par de años comportándose de aquella manera - supongo que desde que había devuelto aquel corazón que le prestaron el año del último desastre - y aunque no le gustaba, le resultaba mas fácil que afrontar la sensación de fracaso, ahora por lo menos era buena en lo que hacía. Era una gata callejera que solo te prestaba su amor una noche, una gata que ya no buscaba señales cósmicas en casualidades absurdas, una gata que siempre se despertaba sola.

El silbido de la tetera hizo que despertase de sus pensamientos, se preparó un té y caminó lentamente hasta la galería, no sin antes poner el disco de los gatitos. La mañana del domingo era el único momento en que se permitía pensar en aquello.

Estuvo un rato sentada en aquel sillón de mimbre dejando que el sol la cargase de energía mientras le daba vueltas a la sensación de haber sobrevivido a un fin de semana más. Su ausencia de corazón le permitía sobrevivir a todos y cada uno de ellos. Si el más mínimo ápice de interés mental surgía en las conversaciones de bar, se disculpaba educadamente (eso ante todo) y buscaba otra presa. No estaba dispuesta a que la embaucaran de nuevo, así que solo jugaba con quien sabía que no podía perder.

Que se siente al matar a un gatito??!!!!!! grito el tocadiscos desde el salón...ella sonrió...







2 comentarios:

  1. Aquí solo puedo ver lo tremendamente guapo q es Paul Newman

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    1. Yaaaaa lo seeeee por el amor de dios...como puede estar tan bueno, quiero uno pa mi pa mi casa...no me estraña que la gata no quiera saltar del tejau, no te jode???

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