jueves, 11 de abril de 2013

Amigos fantasmas o el limbo de las relaciones

Es curiosa la manera en la que nos relacionamos con los demás. Un día conoces a alguien y nunca sabes hasta donde puede llegar vuestra relación. Lo más probable es que se quede en eso, un simple encuentro fugaz y oportuno que te reporte mayor o menor satisfacción. Puede que lo agregues al facebook si te ha caído especialmente en gracia o si es una relación laboral. Y es que ahí está el problema, en clasificar las relaciones.

Cuando conoces a alguien, puede que llegue a ser importante para ti o puede que no, puede que sea tu compañero de trabajo, el chico guapo del bar donde paras siempre (bueno o la chica), puede convertirse en tu colega o en tu amigo, si realmente se tercia. Si mezclamos el sexo puede convertirse en un amante puntual, ocasional, temporal...e incluso puede pasar a ser un amigo o un colega (bueno también puede llegar a ser un enemigo). Pero aquí viene el problema, ¿Qué pasa cuando una de esas personas se convierte en un amante, un amigo y de alguna forma en un enemigo? Es decir, que pasa cuando conoces a alguien con el que instantáneamente congenias, os contáis cosas, os lo pasáis bien juntos, compartís momentos realmente destacables y de pronto, !Zas¡ El sexo, el amor, el cariño...(podéis llamarlo como queráis) entra en acción. Y vosotros diréis, ¿Cúal es el problema en eso? pues a priori ninguno. Pero imaginaros que si que lo haya, que los astros se hayan alineado de tal manera que esa relación sea total y absolutamente imposible, bueno digamos improbable (no me gustan los imposibles).

En este punto, es cuando entras en el limbo de las relaciones. Porque si no podéis ser amantes, ser amigos es altamente difícil, y a veces, absurdo. Porque, ¿Cómo dominas las ganas de besar a alguien a quien deseas? No se puede, simplemente volverá a ocurrir. Así que debéis dejar de ser amigos, lo cual es altamente difícil, porque, ¿Cúantas veces al día quieres comentarle algo a una persona con la que lo has compartido todo? La respuesta es, casi todo el **** tiempo. Y ahí es cuando empezáis a convertiros en enemigos. No enemigos de los que se odian, ni de los que intentan joderse unos a otros. Os convertís en enemigos de vuestra relación, intentando evitar situaciones, intentando olvidaros a toda costa, intentando pensar que no fue para tanto...

Así que llegas a un punto en el que tienes un amante al que no puedes amar, un amigo que no es un amigo y un enemigo que tampoco lo es tanto. Y mi pregunta es ¿Cómo defines a una persona como esta? Yo los denomino "Amigos Fantasma" y son aquellas personas que verás por la calle y saludarás con la mano o no saludarás, porque ahora sois enemigos o extraños. Son aquellos que mirarás por el rabillo del ojo deseando que esté haciendo lo mismo, porque sigue habiendo química. Son aquellos a los que recordarás por lo menos una vez al día, porque te gustaría contarle algo. Esos, son los amigos fantasma.


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