miércoles, 23 de enero de 2013

Reflexiones de un dia lluvioso...

Una cosa que aprendes cuando te vas a haciendo mayor es a manejar el dolor. Cuando eres pequeño y estás enfermo o te duele algo, no piensas bueno esto va a acabarse, no, lo que piensas es que duele y ya está. Eso es lo que hay, duele, lloras, pataleas, maldices y buscas a tu madre para que te cure y te de mimos durante el trance y lo mejor, si te sientes realmente mal no vas al cole...es como unas minivacaciones doloridas. En resumen, lo sufres hasta que una mañana después de dos días infernales donde creías que nunca volverías a ser normal y que ese dolor no cesaría, simplemente cesa y sales a jugar de nuevo. Ya está, se acabó y ya no vamos a pensar nunca mas en eso... Ese trance puede durar, unos minutos, unas horas, días, o incluso meses...Y lo recordarás como aquella vez que me dolió...

Pero que pasa con el dolor cuando nos hacemos mayores? Pues que aprendemos a manejarlo y a vivir con él (que no se malinterprete, no es bueno). Cuando eres mayor y te duele algo, no puedes quedarte en casa para que te cuide mamá o la abuela, no puedes llorar y montar una pataleta (en realidad puedes pero no surte ningún efecto). Cuando te haces mayor y te duele algo, tienes que seguir adelante con tu vida y cargar con ese dolor, tienes que ir a trabajar, quedar con tus amigos que posiblemente estén tan o mas jodidos que tú, tienes que hacer la compra, la comida, bajar al perro, sacar la basura, etc...No puedes tomarte esas minivacaciones, sufrirlo, pasarlo y ya. No, tienes que intentar vivir tu vida, cargar con tu enfermedad y aún por encima hacer ver a los demás que estás bien, que rindes y que eres super feliz...¿Por que? porque sabes que algún día se te pasará. Cuando te haces mayor has pasado por tantas enfermedades y tanto dolor, que sabes que en algún momento se termina, así que solo dejas que la vida siga adelante y esperas que llegue el día en que te levantes y estés curado. Siempre ocurre así, un día el dolor desaparece y estás "bien". Quizás te queden secuelas, pero aprenderás a vivir con ellas.

El problema es cuando la enfermedad es crónica e interminable, cuando cada cierto tiempo vuelves a enfermar, cuando sabes que nunca te curarás del todo...Cuando todos los días tengas que ir a trabajar, quedar con tus amigos que posiblemente estén tan o mas jodidos que tú, hacer la compra, la comida, bajar al perro, sacar la basura, etc...y sepas que además de ti, está el dolor...

Supongo que me gustaría pasar las enfermedades como antes...que mi mundo se paralizase y cuando estuviese realmente curada salir y punto. Pero ya no puedo, ahora soy mayor y solo puede esperar que pase lo más rápido posible...






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